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y se debe de difundir.
¿Cómo habéis aprovechado
desde La Agrupación ese día
para reivindicar el derecho a la
interrupción voluntaria
del
embarazo?
Distintas organizaciones más
allá de la agrupación, entre
ellas ACPP, permitieron no sólo
visibilizar ante los medios de
comunicación, sino direccionar
una acción concreta sobre este
asunto.
Ese día presentamos una carta
ante la Asamblea Legislativa. El
propósito de la carta era solicitar celeridad en
el proceso (de despenalización del aborto) y,
sobre todo, solicitar que la discusión dentro de
la Asamblea Legislativa tenga un carácter laico y
de derechos humanos.
¿Se está consiguiendo que la sociedad salvado-
reña hable de este tema?
Ha habido un cambio cualitativo, y es un punto
de no retorno. Se ha logrado que diferentes
espacios, organizaciones, instituciones… se pro-
nuncien sobre la temática. Por otro lado, exis-
ten voces diversas que están diciendo que esta-
mos de manos atadas.
¿Qué papel juega la solidaridad internacional
en estas reivindicaciones? ¿Cómo la lucha in-
ternacionalista puede abonar este trabajo?
Para nosotras es un apoyo muy importante. Los
grupos fundamentalistas tienen una perspectiva
de desacreditación contra las defensoras, y gra-
cias al respaldo de la sociedad civil internacio-
nal, políticos a nivel personal e instituciones de
otros países, estas personas pueden seguir ejer-
ciendo su labor. Ha sido muy importante en
ocasiones como la del caso Beatriz (caso que dio
la vuelta al mundo) y en la lucha actual por la
despenalización del aborto, pero sobre todo, ha
significado que este tema se vea más allá de las
fronteras que nos han impuesto.
¿Qué ha supuesto la puesta en marcha de la
Alianza por la salud y la vida de las mujeres?
Ha sido muy potente e importante. Por un lado,
una pléyade de organizaciones se aglutinan pa-
ra hacer una denuncia común a través de, tam-
bién, una estrategia consensuada, más allá de
las acciones individuales. Ha significado, por
otro lado, tener una mayor afluencia y
participación en movilizaciones, planto-
nes y tribunas ciudadanas; acciones de
calle, de reivindicación. Estamos hablan-
do, al menos, de 23 organizaciones que
están haciendo una denuncia cotidiana
constante con la que defendemos los
Derechos Humanos de las mujeres.
Sara García participará en diversas activi-
dades con ACPP en el País Valencià y en
Euskadi entre los días 8 y 19 de mayo.
Para más información visita:
ACPP y la Agrupación Ciudadana por la Despe-
nalización de Aborto (ACDA) forman parte de la
Alianza por la Salud y la Vida de las Mujeres de
El Salvador, espacio desde el que se pretende
incidir para transformar la realidad legislativa
salvadoreña y conseguir que las mujeres pue-
dan acceder voluntariamente al aborto terapéu-
tico y eugenésico. Entrevistamos a Sara García
Gross, activista y coordinadora de ACDA, con
ocasión de la celebración del 8 de marzo, Día
Internacional de la Mujer.
Soy Sara García y soy feminista, defensora de
derechos humanos y formo parte de la Agrupa-
ción Ciudadana por la Despenalización del Abor-
to en El Salvador.
¿En qué punto se encuentra ahora mismo la
lucha feminista de El Salvador?
La lucha feminista en El Salvador trabaja para
visibilizar las distintas opresiones. Estamos ante
una situación de feminicidios impunes, donde
la violencia sexual contra las mujeres sigue sien-
do naturalizada. Nos enfrentamos a realidades
que alcanzan cifras de más de 1.000 embarazos
anuales en niñas de 10 y 14 años, o sea, mater-
nidades impuestas. Es la realidad a la que nos
enfrentamos debido a la penalización absoluta
del aborto. Somos un anti modelo. Es decir, a
nivel mundial estamos convertidas en una mi-
noría pues en el 97% de países en el mundo sí
tiene legislación para salvar la salud de las mu-
jeres.
Dentro de este marco, ¿Qué significa el 8 de
marzo para el movimiento feminista en
El Salvador, en estos momentos?
El 8 de marzo es una fecha histórica. En
algunos espacios de los medios de co-
municación tratan de arrebatarle el
carácter político a esta fecha. Pero no es
un día para celebrar y para felicitar.
Cambiamos esa categoría a
vamos a rei-
vindicar
. El 8 de marzo es una oportuni-
dad para poner en evidencia que siguen
existiendo vacíos y retos legales. Para
nosotras esta fecha fue un día para posi-
cionar los reclamos en la legislación, la
impunidad, la necesidad de cambiar la
ley que penaliza el aborto de manera
absoluta y para, también, decir que el 8
de marzo son todos los días, que todos
los días esta lucha se debe de posicionar
El activismo feminista por los Derechos Humanos en El Salvador
Ignacio Baeza // ACPP El Salvador
Sara García durante la entrevista.