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ACPP desde 1990
B O L E T Í N
lo que hacemos mes a mes
contra la desigualdad, redistribución
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Especial Miguel Ángel Blanco
abril 2015
A Miguel Ángel le gustaba discutir, intentaba
convencerte de sus opiniones. Hasta resultaba
pesado en su intento de convencerte. Era una
persona soñadora de un mundo mejor para los
que sufren, estaba convencido de que luchar
por la paz era conseguir un desarrollo de justicia
e igualdad, pero que sin ésta, la paz, no era po-
sible el desarrollo.
Su preocupación por la situación del pueblo pa-
lestino, le llevó a plantear diferentes iniciativas
de búsqueda de la paz en ese territorio, trabajó
con los dos alcaldes de Jenin y Gilboa.
Creó la ONG Asamblea de Cooperación por la
Paz, conocida en el mundo de la cooperación
como ACPP, implantándose en varios países y
teniendo una impronta rápida en el mundo de
las ONG. Colaboró en la creación de la
Platafor-
ma 2015 y más
junto con otras ONG.
Me enteré de su enfermedad en una reunión
de cooperación, me impresionó la manera en la
que la afrontó y la lucha por seguir trabajando
hasta el final de su vida. Quizá vivir no sea más
que eso: tener que enfrentarse cada día a lo
desconocido y a las dificultades que, existir y
convivir, nos deparan. Por eso, la vida bien vivi-
da -como la de Miguel Angel- nunca tiene mie-
do al futuro, a las dificultades y a las obras por
construir. Él ha dejado un legado, un proyecto
ACPP, muchos amigos y muchas personas en el
mundo que le recordaran.
Francisca Sauquillo.
Presidenta del Movimiento por la Paz (MPDL)
A la Memoria de Miguel Ángel Blanco
Conocí a Miguel Ángel Blanco en la década de
los setenta, él era diez años menor que yo, era
de las Juventudes del Partido del Trabajo, Joven
Guardia Roja.
Participamos en manifestaciones y encuentros
clandestinos pero él, como algunos de nosotros,
llevaba la ilusión por cambiar nuestra sociedad.
Vivíamos en una dictadura y teníamos que con-
seguir una España mejor, democrática, con li-
bertades. Militábamos en diferentes grupos po-
líticos. Aunque nuestra militancia fuera en parti-
dos diferentes, la ORT y el PTE, y ello nos lleva-
ba a discutir formas de trabajo diferentes, tam-
bién nos unían muchas cosas.
Miguel Ángel era una persona que no te dejaba
indiferente cuando le conocías, aunque no estu-
vieras de acuerdo con sus opiniones, su manera
de hablar, etc.
Cuando nuestros partidos se disolvieron en los
años 80, Miguel Ángel trabajó con CCOO y mili-
tó en Izquierda Unida. Siempre trabajó en movi-
mientos sociales, participó en la creación de la
Asamblea Pacifista y, junto con el MPDL, hici-
mos la campaña “Barco por la Paz para Nicara-
gua”, colaboramos juntos en la recogida de ma-
terial para Nicaragua durante su revolución san-
dinista.
ro también nos queda su legado, su esfuerzo y
muchos amigos en común con los que seguir
trabajando.
G. Buster //
Miembro del comité de redacción de
Sin-
Permiso.
Carlos Girbau //
Activista social, coordinador del Foro
Social de Madrid, miembro del observatorio Renta Básica
de Attac y del patronato de la Fundación Andreu Nin.
(Texto publicado en
SinPermiso
el 22 de febrero de 2015)
ba directamente relacionado con la capacidad
de cambio y transformación. La cooperación le
dio un espacio para ponerlo en práctica. Por su
mano han pasado múltiples proyectos cuyo de-
nominador común fue siempre el compromiso
con los oprimidos; perennemente buscó que los
sin voz poseyeran instrumentos para recuperar
un destino que se les robaba día a día. A los que
como él entendemos que
el mundo ha de cam-
biar de base y los nada de hoy todo han de ser,
nos queda con su marcha un enorme vacio. Pe-
Hoy hemos despedido a Miguel Ángel Blanco
en el crematorio del cementerio de la Almude-
na. Jazz, poesía, una bandera republicana y la
Internacional nos han acompañado. A Miguel
Ángel lo echamos y lo echaremos de menos en
Madrid, pero también en El Salvador, Palestina,
Colombia, República Dominicana, Haití o el Lí-
bano. Fundador, impulsor y alma de Asamblea
de Cooperación por la Paz, estaba listo siempre
para la política. Entendió que el debate de las
ideas únicamente tenía sentido si se halla-
NUNCA UN GAZPACHO MANCHEGO DIO TAN-
TO DE SÍ.
Ha pasado mucho tiempo, cierto, pero lo re-
cuerdo como si fuera ayer. Supongo que cuando
en la vida se nos cruza una persona que nos
marca tanto, inconscientemente recordamos
ese momento con todo lujo de detalles y eso es
lo que me ocurre a mi cuando pienso en mi gran
compañero, Miguel Ángel.
Fueron dos días muy intensos en los que “el
gran tándem” Miguel Ángel y Ana Arranz inten-
taban transmitirnos a un pequeño grupo de jó-
venes inexpertos que se habían acercado por
distintos motivos a Assemblea de Cooperació
per la Pau- País Valencià algunas claves sobre la