Página 10 - Boletín ACPP Abril 2015

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ACPP desde 1990
B O L E T Í N
lo que hacemos mes a mes
contra la desigualdad, redistribución
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Especial Miguel Ángel Blanco
abril 2015
mos y nos enfrentaríamos en tantas ocasiones,
siempre reinventando, sin perder de vista el
contexto y sus experiencias, retándome a mejo-
rar mi trabajo y a incrementar mi compromiso
con la sociedad, un fantástico camarada incan-
sable de los que inspiran sin que te des cuenta.
Yo por aquel entonces, febrero del 2001, era
una joven de origen rural que apenas había re-
flexionado sobre la cooperación al desarrollo y
que estaba disfrutando al máximo de mi paso
como becaria en el Colegio Mayor La Coma.
Es cierto que no era casualidad que estuviera en
ese proyecto, ni tampoco que tras conocer a
tantas personas de orígenes diferentes empeza-
ra a curiosear sobre experiencias de coopera-
ción al desarrollo. Mi familia, aunque por aquel
entonces yo no lo percibiera, puso parte de los
cimientos de mi personalidad inconformista y
luchadora e hizo que creyera en la política como
arma de transformación social. Pero lo que
también es cierto es que Miguel Ángel maximizó
todo eso, hizo tambalear esos cimientos, refle-
xionar sobre ellos en profundidad, y motivarme
para seguir en esta lucha que desde lo personal
y lo colectivo, puede hacer vacilar las estructu-
ras que defienden el sistema capitalista.
Qué gran gazpacho, qué gran compañero, qué
gran tiempo compartido, pero qué dolor y vacío
nos ha dejado su muerte. Mil gracias camarada.
Trini Blanch
Socia de ACPP // Delegada ACPP País Valenciá.
organización que dirigían y sobre el enfoque de
cooperación al desarrollo que con mucho com-
promiso y entusiasmo defendían. Aun recuerdo
aquella desgastada y diminuta pizarra de
“vileda” donde Ana anotaba sin descanso con-
ceptos, reflexiones, etc., que en gran parte re-
forzaba o criticaba Miguel Ángel con el tono y
actitud sarcástica que le caracterizaba.
Por aquel entonces, aunque entusiasmada por
todo lo que me estaba aportando esta aproxi-
mación a ACPP, todavía no era consciente de lo
mucho que me marcaría ese fin de semana….
ese gazpacho manchego y esa visita turística a
Requena a la que me invitaron a compartir con
ellos cuando acabamos las reuniones.
Quién me iba a decir que ese “personaje” tan
irritante, se convertiría en uno de mis referen-
tes de acción y reflexión política, de cultura, de
arte, de música, de amistad y que compartiría-
¿Y ahora?, me pregunto.
Déjame ver, pensar, imaginar el mundo sin la
flor que le dabas.
Imaginar la lucha sin que tú me demuestres la
claridad del
pueblo y el honor del poeta.
Gracias por lo que fuiste y por el fuego que tu
canción dejó para siempre encendido.
PABLO NERUDA
Ceren Gergeroglu Akgul
Socia de ACPP // Delegada ACPP Aragón
.
Hermano mío, soldado, qué sola es la tierra pa-
ra mí desde ahora sin tu rostro que florecía co-
mo un cerezo de oro, sin tu amistad que fue pan
de mi boca, agua de mi sed, fuerza para mi san-
gre!
De tus prisiones que fueron como pozos som-
bríos, pozos de la crueldad, del error y del dolor
te vi llegar y aceché en tus manos la huella del
castigo, en tus ojos busqué la espina del odio,
pero lo que traías era tu corazón radiante, tu
corazón herido sólo traía luz.
Desde aquel día, tengo una poe-
sía en mi mente
, escrita por Pablo
Neruda para Nazim Hikmet, otro
poeta turco. Esta poesía me expli-
ca mejor que mis miles de pala-
bras, da las gracias por su ser, por
todas las cosas que me ha ense-
ñado y explica mi tristeza…
CORONA DE INVIERNO PARA
NÂZIM HİKMET
¿Por qué te has muerto Nâzim?
¿Y ahora que haremos sin tus
cantos?
¿Dónde encontraremos la fuente?
¿Dónde estará tu gran sonrisa,
esperándonos?
¿Qué vamos a hacer sin tu pos-
tura, sin tu ternura
inflexible?
¿Dónde encontrar otros ojos que
como los tuyos contengan el fue-
go y el agua de la verdad que exi-
ge, de lo congoja que llora y de la alegría valien-
te?
Hermano, me enseñaste tantas cosas que si las
deshojara en el amargo viento del mar, a manos
llenas, tal vez se irían y caerían como la nieve
allá lejos, en la tierra que escogiste en la vida,
que ahora te acoge también en la muerte.
Un ramo de crisantemos del invierno de Chile, la
luna fría del mes de junio de los Mares del Sur y
algo más: el combate de los pueblos, del mío, y
el redoble apagado de un tambor de luto en tu
patria.