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ACPP desde 1990
B O L E T Í N
lo que hacemos mes a mes
contra la desigualdad, redistribución
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Especial Miguel Ángel Blanco
abril 2015
está despojado de las connotaciones negativas
que algunos quieren dar a esa palabra.
Sus opiniones estaban, entonces, como a lo
largo de toda su vida, sólidamente ancladas en
los mejores valores de la izquierda, aunque con-
vencionalmente algunos querían situar a todos
los renovadores en el ala derecha de IU, casi
siempre por mor de esa mala costumbre de uti-
lizar en los debates internos el arma del etique-
tado con fines supuestamente descalificadores.
La radicalidad y el espí-
ritu crítico del Miguel Án-
gel estaban al servicio
de, valga la redundancia,
su radicalidad democráti-
ca en relación con las ins-
tituciones políticas y con
la vida interna de los par-
tidos políticos, entonces
mucho menos cuestiona-
dos en sus conductas co-
mo lo están hoy en día
por la mayoría de la so-
ciedad. Algunas de las
críticas que Miguel Ángel hacía, y que guardo en
la memoria, fueron premonitorias de las exigen-
cias que hoy son lugar común de lo que piden la
gran mayoría de los ciudadanos a los partidos
políticos y a las instituciones democráticas.
El segundo momento de mayor relación se
produjo posteriormente facilitado por nuestros
trabajos. El mío, ocupándome desde la secreta-
ría de internacional de CC OO de la política de
cooperación del que fue su sindicato durante
toda su vida; Miguel Ángel al frente de la Asam-
blea de Cooperación para la Paz.
Su trabajo en la ACPP le permitió plasmar en
la práctica su compromiso con el internaciona-
lismo, la solidaridad, y la lucha contra la pobreza
y la desigualdad; desde los valores y los princi-
pios, también desde la mentalidad práctica de
quien dirige una ONG de cooperación interna-
cional y sabe plasmar el conocido lema de
“pensar globalmente y actuar localmente”.
Miguel Ángel nunca abandonó la convicción
de que la liberación de la humanidad de sus
principales lacras –el hambre, la pobreza, la de-
sigualdad y la violación de los derechos huma-
nos- requiere una transformación profunda de
los sistemas económicos y sociales, pero tam-
bién que dicha transformación debe hacerse
desde la democracia y para la democracia. Más
democracia para más igualdad sería una buena
síntesis de su pensamiento.
No te olvidaremos Miguel Ángel
Javier Doz
Presidente de la Fundación 1º de Mayo (CC OO)
Socio de ACPP
Recuerdos de Miguel Ángel
Aunque nos conocíamos con anterioridad, por
coincidir en reuniones sindicales y políticas, no
fue un conocimiento mucho más allá de ese que
solemos denominar de “vista” el que tuve con
Miguel Ángel antes de la primera mitad de los
años noventa. Fue en el ámbito de la actividad
política, en el único período de mi vida -cuatro
años- en el que me he dedicado a ella en exclu-
siva, cuando empecé a conocer a Miguel Ángel
por aquellas fechas.
Fue en las reuniones de la que entonces se
llamaba “corriente renovadora” –después Nue-
va Izquierda- de Izquierda Unida, cuando empe-
zamos a tratarnos, charlando después de las
reuniones en torno a unas cervezas. Miguel Án-
gel destacaba por su espíritu crítico y su radicali-
dad, en el sentido profundo del término que
nuevas, atractivas e ilusionantes, que eran total-
mente diferentes al mundo protector en el que
se habían desarrollado sus primeros dieciocho
años. Ya este primer choque definió claramente
su carácter intrépido, luchador, entregado y en-
tusiasta para defender sus ideas, poniendo en
riesgo su cómoda vida y desoyendo las peticio-
nes de su familia, incluyendo la mía, de que cali-
brara los riesgos que estaba asumiendo y el
disgusto de la familia ante su determinación.
En el aspecto familiar, Miguel Ángel siempre fue
una persona amante de su libertad y de su inde-
pendencia, dando la sensación, equivoca, de
distanciamiento o lejanía, pero una vez vencida
esa defensa que usaba como parapeto, encon-
trabas una creciente preocupa-
ción por las personas cercanas,
mostrando una postura protec-
tora y paternalista, que muy po-
cos conocían.
En otros aspectos, Miguel Ángel
también tenía facetas menos
conocidas, pero no por ello me-
nos definidas, eran su ternura y
sensibilidad. Frente a años de
dura lucha política y sindical en
los que la defensa de sus ideas le
ocupaban la mayor parte de su
tiempo, Miguel Ángel mantenía
y desarrollaba, cuando le era
posible, una vertiente sensible
que le llevaba al mundo de la
Mi hermano Miguel Ángel
Cuando Mercedes me sugirió una pequeña cola-
boración en la edición especial de la revista de
ACPP en homenaje a Miguel Ángel, me pareció
una oportunidad inestimable para recordar,
desde una faceta más intimista, su personalidad
y carácter. Durante estos días he visto homena-
jes, obituarios y recordatorios, donde ha prima-
do más el perfil militante, político,
dirigente y coordinador de su activi-
dad pública. Mi aportación, la quie-
ro realizar desde una perspectiva
más cercana a la persona, más fa-
miliar.
Cuando Miguel Ángel llego al mun-
do de la Universidad, provenía de
un ambiente familiar muy protec-
tor, consentidor y cómodo, que una
familia de clase media, muy absor-
bente le proporcionó, y para mi sor-
presa, ante el nuevo mundo que se
le abría a sus sorprendidos ojos,
optó por involucrarse en todos los
sentidos posibles, con unas ideas