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NOVIEMBRE
2016
contra la desigualdad, redistribución
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“No será la paz soñada pero será la única posi-
ble”, con esta frase finalizaba el artículo en el
que valorábamos el resultado del plebiscito por
la paz en Colombia del pasado 2 de octubre. Po-
co más de 50 mil votos desequilibraron la balan-
za hacía el no. Esto obligaba a las partes a rene-
gociar el acuerdo para incorporar las demandas
de quienes se oponían a la propuesta.
No sería la paz soñada porque no se impondría
con el refrendo popular en plebiscito, porque
tras más de cuatro años de negociaciones FARC
y Gobierno tendrían que abrir de nuevo el diálo-
go, porque el no se impuso con un discurso peli-
grosamente sesgado. Pero sería la única posible
porque el esfuerzo histórico de ambas partes,
con el apoyo firme de Cuba y Noruega como
países garantes, no podía ser en balde. Porque
las más de 8 millones de víctimas se merecen la
paz definitiva y que su derecho a la reparación
sea satisfecho. Porque ningún país puede pros-
perar cuando más del 17% de su población es
víctima reconocida del conflicto.
Será la paz posible porque el referendo eviden-
ció que había que incluir parte de las demandas
del bloque del no. Tras el plebiscito en Colombia
se abrieron vías de diálogo que canalizaban ha-
cia La Habana las principales demandas del sec-
tor opositor. En La Habana, de manera paralela,
se debatía cómo incorporarlas a un nuevo
acuerdo. Ha sido fundamental preservar la
esencia del texto, pero era obvio que el manda-
to popular también exigía hacer modificaciones.
Esa paz posible, la del nuevo acuerdo, se ha ini-
ciado con su firma pública en el bogotano teatro
Colón el 24 de octubre de 2016. El icónico balí-
grafo, una bala reciclada para escupir tinta en
vez de muerte, ha servido de nuevo para que el
Presidente Juan Manuel Santos y el Comandan-
te en Jefe de las FARC Rodrigo Londoño rubrica-
sen un nuevo texto. Es el punto de partida de
una nueva ruta para la paz en Colombia, ya no
habrá un plebiscito popular, sino que el debate
será en el Congreso y Senado. No se prevé ma-
yor escollo para la paz, porque la mayoría de los
partidos del arco parlamentario apoyan el pro-
ceso, así que con ese paso dado ya será el mo-
mento de modificar la legislación para incorpo-
rar lo acordado en La Habana.
Creemos que el nuevo texto ha incorporado
muchas demandas del bloque del no, entendi-
mos que así se hiciera porque ese fue el manda-
to de las urnas. Reconocemos el esfuerzo de
todas las partes, no la cerrazón de quienes se
En este año 2016 Asamblea de Cooperación por la Paz ha cumplido 25 años; la primera cantidad de tiempo que, siquiera en forma de
fracción, contabilizamos por siglos.
Un tiempo en el que nuestro papel ha sido trabajar para transformar e intentar conseguir sociedades más justas e igualitarias. Un ob-
jetivo que seguimos persiguiendo y por el que pretendemos continuar trabajando.
Y cumpliendo un cuarto de siglo, hemos creído llegado el momento de, sin perder nuestra identidad, variar la imagen de nuestros ma-
teriales de difusión. Así que, de momento, aquí os presentamos nuestro boletín con su nuevo aspecto.
Esperamos que os agrade y, sobre todo, que os siga interesando lo que hacemos mes a mes.
Alejandro Quiñoá // Referente ACPP para Colombia
Colombia más cerca de la paz posible.
Gerardo Vega, director de nuestra contraparte Forjando Futuros (primero por la izquierda), acompaña a la Mesa de La Habana en la entrega del Premio Nacional de Paz