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ACPP desde 1990
B O L E T Í N
lo que hacemos mes a mes
contra la desigualdad, redistribución
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Especial Miguel Ángel Blanco
abril 2015
Cuando me paro a pensarlo
, me digo que sólo
he debido ver a Miguel Ángel una decena de
veces, en la ocasión de viajes a Madrid o
en asambleas de socios. Es poco tiempo pero no
creo que uno necesitara mucho tiempo para
admirar su inteligencia rápida, su enorme capa-
cidad de trabajo y su compromiso con el cambio
social, sea donde sea.
Hoy que ya no está, me gustaría quedarme con
dos de estos encuentros. Dos sólo, pero que me
bastan para recordarlo tal y como era - o al me-
nos tal y como me pareció a mí que era.
La primera vez que lo vi hablamos de política en
una nube de humo y me parece que acabamos
discutiendo sobre casi todo, aunque al final no
debíamos discrepar tanto ya que aca-
bó dándome la bienvenida en la gran familia de
ACPP. De todos modos, creo que le gustaba que
le lleven la contraria... aunque tenías que ir pre-
parado, porque no te lo iba a dejar fácil! Por mi
parte, me encantó conocer a este hombre con
sentido del humor acerbo, que no se cortaba a
la hora de decir las cosas, parecía enterado de
todo y a quién, visiblemente, le encantaba dis-
cutir y pensar.
La última vez que lo vi, ya estaba enfermo pero
sólo se le notaba por el color del pelo, porque
seguía tan animado y presente como siempre.
Después de una reunión en el Centro Gallego,
se despido de mi ya en la calle, burlándose de
mi nariz, roja en el frío Madrid. Me hubiera gus-
tado volverlo a ver, pero me gusta que la última
imagen que tenga de Miguel Ángel sea riéndo-
se, con una luz en los ojos que parecía que nada
podría apagar.
Todavía me cuesta creer que alguien tan vivo
haya muerto.
Agathe Napoly
Socia de ACPP // Antigua delegada de ACPP-Illes Balears.
No recuerdo exactamente cuando conocí a Mi-
guel Ángel
ni cuando la última vez que nos vi-
mos, pero eso es irrelevante en el caso de las
personas que te dejan una profunda huella.
Cuando más coincidimos en reuniones, asam-
bleas o encuentros fue cuando fui expatriada en
República Dominicana.
De Miguel Ángel me admiraba su capacidad de
análisis, y de sus críticas aprendí a cuestionar el
trabajo realizado para poder realizarlo con más
calidad y con más impacto. Cuando comparti-
mos experiencias siempre sentí reforzado el
sentimiento de pertenencia a ACPP y desde ese
sentimiento compartido me llegaba su apoyo y
confianza para impulsar los retos de la organiza-
ción.
Con un profundo sentimiento de tristeza, hasta
siempre compañero.
Cruz Rejas Villalba.
Socia de ACPP // Antigua miembro del equipo ACPP en
República Dominicana.
Mi amiga Carol te nombra como maestro
en su
post el día que dejaste de estar con nosotros.
Para mi más bien eras (eres) mi conciencia, mi
revulsivo, mi despertador cuando me despista-
ba (tantas veces) en este camino del inconfor-
mismo que hemos elegido o que nos ha elegido.
Quería haberte dicho que cuando he estado
cerca de ti he sido mejor persona, aunque he-
mos renegado tanto a veces de tus modales, mi
querido Miguel Ángel. Tú has cambiado no solo
cosas sino personas, y eso es lo más valioso que
te llevas, y que nos dejas.
Mi orgullo y admiración siempre.
Cristina Mecerreyes
Socia de ACPP