SOBREF Tunisie: reinventar la resiliencia
Proyectos para la resiliencia
SOBREF Tunisie: reinventar la resiliencia
Las puertas de la empresa textil SOBREF cerraron en el año 2016 después de casi 20 años de trabajo, a causa de la mala gestión de su propietario y gerente. Las más de 50 mujeres que en ella acudían a diario a trabajar (o mal trabajar, si consideramos los abusivos turnos de trabajo, las condiciones y poca remuneración que percibían) se vieron en la calle sin ningún tipo de compensación económica y con la necesidad de recolocarse o reinventarse para poder mantener el humilde sostén de sus familias.
Muchas de ellas optaron por hacer lo que ya sabían, lo que habían estado haciendo a lo largo de más de 20 años en SOBREF, y siguieron haciendo pequeños trabajos de costura desde sus casas sin ningún tipo de garantía o condición laboral reconocida. Unas pocas accedieron a otras fábricas del sector, que poco a poco también se sumieron a la crisis local e internacional acentuada por aquella “doctrina del shock” que la globalización imponía (y sigue imponiendo) al tejido económico y productivo del país. Sí bien se dice que las crisis llevan a un cambio brusco por obsolescencia de lo anterior, la reinvención y el resurgimiento de esta cambio debe repensar las causas que llevaron a esa situación crítica.
El año 2017, después de un año de manifestaciones desde el cierre de la fábrica, las mujeres de la fábrica de Sobref, con el apoyo de la central sindical UGTT[1], iniciaron un litigio contra el antiguo propietario para que se les compensara por sus años trabajados. Después de una ardua lucha, las obreras recibieron esa indemnización. Fácil hubiera sido despojarse de ese dinero en la subsistencia de su propia cotidianidad, siguiendo las exigencias del día a día y olvidar las causas que las habían llevado hasta ahí. Sin embargo, se reinventaron, se reagruparon y cambiaron las dinámicas socioeconómicas y de poder a las que estaban acostumbradas. Con el acompañamiento de la UGTT y ACPP usaron su indemnización para comprar la fábrica SOBREF y convertirla en la herramienta que daría sostén, no solo económico, al cuidado de su entorno y vidas.
A través del proyecto gestionado por ACPP y UGTT y financiado por la Generalitat Valenciana, han mejorado su conocimiento del derecho laboral y económico, han fortalecido su esencia como grupo de mujeres luchadoras, trabajadoras y solidarias y se han constituido en una cooperativa que se respeta y que prioriza el entorno y la vida frente a la estigmatización económica a la que estamos acostumbradas. Se están creando redes y circuitos económicos y de apoyo locales bajo el prisma de ESS, poniendo en marcha, por ejemplo, una guardería comunitaria para el cuidado de los hijos e hijas de las cooperativistas y la comunidad o, reinventándose de nuevo en su producto para dar respuesta local a la COVID19 (tejiendo equipos de protección, etc…), poniendo en marcha canales de comercialización justos y éticos.
El país y el mundo entero ha sido sacudido por la COVID19, multiplicando ya las precariedades sociales y económicas, pero iniciativas como esta dan pasitos, aparentemente pequeños pero indudablemente seguros, porque se construyen bajo pilares más sostenibles, bajo el cuidado de la vida. ●
[1] Union General Tunecina del Trabajo, socia estratégica de ACPP en Túnez y Magreb. Galardonada con el Premio Nobel de Paz 2015 por su contribución decisiva en la construcción de una democracia plural en Túnez después de la Revolución de los Jazmines de 2011
