Redes que sostienen y salvan vidas. El caso de San Cristóbal en la República Dominicana
La Red me gusta porque es un espacio donde hablamos de nosotras mismas, de nosotras las mujeres y de cómo hemos venido creciendo a través de esta Red (Integrante de la Red de Mujeres Defensoras de San Cristóbal)
La provincia de San Cristóbal no aparece en ninguna guía turística. A diferencia de esa imagen artificial, paradisiaca e idílica que a menudo se muestra de otras zonas del país, esta alberga una de las principales áreas manufactureras y la Refinería Dominicana de Petróleo, lo que la convierte en un territorio con altos índices de contaminación y la segunda (tras el Distrito Nacional y la capital) con mayores tasas de violencia basada en género (VBG) y embarazo adolescente.
En 2020, en 12 barrios de los municipios de Bajos de Haina y San Cristóbal, ACPP junto con IDACOM y AGARESO y con el apoyo de la Xunta de Galicia, comenzamos a dar los primeros pasos de una estrategia orientada a Garantizar el derecho a una vida libre de violencias para las mujeres y las niñas. Y el pasado 31 de enero, la segunda fase de esta andadura llegaba a su fin con un amplio entramado social especializado en el acompañamiento, atención y prevención de la VBG.
Esta experiencia revela cómo el trabajo en red es una llave para incidir en la transformación y deconstrucción de los patrones sociales y culturales que perpetúan la violencia hacia las mujeres, contando con una amplia mirada que implica a distintos actores en la erradicación de todas sus formas de violencia y garantiza su apropiación. El primer paso consistía en el reconocimiento del liderazgo comunitario de las mujeres y su rol de defensoras, a través de la creación de redes. Y al mismo tiempo, había que implicar a las familias, a los hombres líderes y su aglutinación en redes de masculinidad responsable, a la comunidad educativa, a las instituciones locales especializadas en la prevención y al movimiento feminista dominicano para lograr la consolidación de los siguientes espacios:
2 Redes municipales de Defensoría de los Derechos de las Mujeres.
2 Redes de Masculinidades Responsables.
1 Red de apoyo psicosocial especializada en la atención y derivación de casos de VBG.
11 grupos locales de apoyo y diálogo sobre la prevención de la VBG.
Programa radial Voces Guerreras en Haina (transmitido semanalmente).
1 Observatorio provincial de derechos humanos y de derechos de las mujeres.
Incidir en la apropiación era una condición necesaria para garantizar la sostenibilidad. A día de hoy, las Redes y el Observatorio prosiguen su camino. Por ejemplo, la de San Cristóbal rota sus reuniones semanalmente en la casa de una de sus integrantes, al ritmo de salsa, bachata y olor a café. Y en el caso de la de Haina ha gestionado un local propio para encontrarse. El Observatorio, desde un formato virtual, sigue vigilante ante las violaciones de los derechos de las mujeres, estudiando y analizando las causas, su vinculación, pero, sobre todo, visibilizando a quienes la perpetúan e incidiendo ante las instituciones responsables.
En un día entre semana, al pasear por Haina con dos de las integrantes de las Redes, cuesta trabajo llegar hasta el local. La gente las reconoce, se para a saludarlas o agradecerles la gestión de una beca de alimentación en la escuela a una de sus hijas, por brindar apoyo psicológico a una de sus sobrinas que había sido agredida físicamente por su expareja o para preguntarles por la próxima actividad lúdica.
Las redes no solo salvan, construyen comunidad y afectos, lugares donde sentirse seguras, donde ser visibilizadas, escuchadas y nombradas. Es así, como se vuelven lugares de acuerpamiento, sanación y transformación de las violencias. ●
Imagen: Muestra de la campaña de sensibilización del Observatorio provincial de derechos humanos y derechos de las mujeres.