Página 6 - Boletin ACPP Octubre 2015

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ACPP desde 1990
B O L E T Í N
lo que hacemos mes a mes
contra la desigualdad, redistribución
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11/2015 Actividades de octubre
terminada masa crítica de negocios e individuos
que utilicen la moneda comunitaria, tendremos
a nuestro alcance crear una red de refuerzo mu-
tuo de beneficios entre los compradores y los
vendedores locales. Cuantos más negocios
acepten la moneda, más individuos serán esti-
mulados a comprar en ellas. Usando dinero que
sólo se puede gastar en la economía local es-
taríamos creando un círculo virtuoso de gasto y
reinversión. Si conseguimos mantener el dinero
circulando localmente, estaremos contrarres-
tando la fuga de capital que se produce cuando
las zonas comerciales están dominadas por cor-
poraciones multinacionales que no poseen ca-
denas de provisión locales.
San Juan es una más de múltiples experiencias
en el uso de monedas complementarias a lo lar-
go y ancho del planeta. Hemos estudiado mu-
chas de ellas y hemos establecido colaboración
con los impulsores de algunas, como la Brixton
Pound en Londres, o el Chiemgauer en las inme-
diaciones de Múnich, que tienen un impacto
muy notable y positivo en las comunidades en
las que operan. Queremos aprender al máximo
de ellos.
En resumen, con Ossetana nos hemos propues-
to demostrar que las monedas comunitarias
pueden ser herramientas muy útiles en demo-
cratización y len a mejora de los servicios socia-
les, en el apoyo a las economías locales en una
lógica de mayor sostenibilidad y redistribución,
en la reducción de la exclusión social y las des-
igualdades y en del impacto medioambiental.
Nos proponemos involucrar a otras institucio-
nes en el proyecto con la convicción de que si
demostramos que las monedas locales son
herramientas potentes en la promoción del de-
sarrollo sostenible, se plantee su fomento en
muchos otros contextos locales en nuestra co-
munidad.
Queremos también impulsar el debate también
dentro de ACPP sobre la utilidad de esta herra-
mienta tanto en nuestra labor de Intervención
Social en España como en las estrategias que
construimos con nuestros socios en los países
del Sur.
públicos, aportando cercanía a la gestión muni-
cipal, dinamismo a la economía local y mejor
capacidad para abordar los retos clave a nivel
socioeconómico y medioambiental. No se trata
de reemplazar o reducir los servicios públicos,
sino transformarlos en más útiles, participativos
e inclusivos.
Nuestros planes son ambiciosos: Progresiva-
mente, queremos que el ayuntamiento de San
Juan de Aznalfarache integre el uso de la mone-
da en su funcionamiento, no solo abonando
ayudas directas a usuarios en moneda Osseta-
na, sino también pagando a contratistas y pro-
veedores en moneda local, aceptando el uso de
moneda comunitaria para el pago de determi-
nados impuestos municipales u ofreciendo un
programa de incentivos para el cobro parcial de
salarios públicos municipales en moneda Osse-
tana. Así, la moneda se insertará de lleno en la
política municipal de contratación, servicios so-
ciales y políticas ambientales.
A largo plazo, queremos que la Ossetana opere
como moneda complementaria de uso generali-
zado, en el municipio. Estamos convencidos de
que la puesta en marcha de una moneda comu-
nitaria puede ofrecer grandes recompensas, co-
nectando a las personas de manera activa para
resolver las necesidades comunitarias.
Una de las ideas clave es que los municipios con
áreas comerciales que abarcan una rica mezcla
de comercios locales, crean economías más re-
silientes a los cambios externos y más gratifi-
cantes, tanto para los residentes como para los
visitantes.
Esta diversidad comercial tan necesaria está
siendo amenazada por la presencia masiva de
grandes cadenas de supermercados en el térmi-
no municipal, que asfixian al pequeño comercio,
y que por otra parte abandonan rápidamente
las zonas locales cuando encuentran dificulta-
des, llevándose puestos de trabajo y servicios
con ellas. Soñamos con que Ossetana pueda
contrarrestar en San Juan la dominación de las
grandes corporaciones, mediante el apoyo a la
diversidad de su pequeño comercio y la educa-
ción a los consumidores sobre la elección que
pueden ejercer.
Otro problema que puede ser abordado me-
diante el uso de monedas complementarias es
la reducción de la dependencia de la economía
productiva local del sistema financiero. OSSETA-
NA podría llegar a respaldar mediante microcré-
ditos iniciativas empresariales de pequeña esca-
la que surjan localmente en San Juan de Aznal-
farache, priorizando aquellas que sean lideradas
por mujeres o por personas pertenecientes a
colectivos especialmente vulnerables.
Los próximos meses serán claves para el devenir
de Ossetana. Si conseguimos alcanzar una de-
Formación de las y los técnicos de los Servicios Sociales municipales en la aplicación electrónica de la moneda.
Con Ossetana nos hemos propuesto
demostrar que las monedas comu-
nitarias pueden ser herramientas
muy útiles en democratización y en
la reducción de la exclusión social y
la desigualdad.