Página 2 - Boletín ACPP Abril y Mayo 2015

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ACPP desde 1990
B O L E T Í N
lo que hacemos mes a mes
contra la desigualdad, redistribución
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6/2015 Actividades de abril/mayo
Sus antepasados cruzaron la frontera que divide
Haití de República Dominicana para incorporar-
se a la estructura productiva dominicana, reclu-
tados por el propio gobierno dominicano del
momento para ser mano de obra barata en las
plantaciones de caña de azúcar. Construyeron
sus casas, tuvieron descendencia, pero nunca
consiguieron regularizar sus papeles y ni los de
sus hijos e hijas. Hoy se enfrentan a una depor-
tación masiva orquestada por el gobierno del
que hoy por hoy es su país.
Todo hombre, mujer, niño y niña de origen hai-
tiano que no haya conseguido regularizar sus
documentos antes del 15 de junio, aunque haya
nacido en República Dominicana, aunque lleve
más de 30 años viviendo y
trabajando en este país,
será deportado por el
Ejército de la República
Dominicana. Muchas de
estas personas no han
pisado nunca suelo hai-
tiano, no saben el idioma
ni tiene familia allí. Por lo
tanto, estamos hablando
de una comunidad pro-
fundamente vulnerable, a
la que el gobierno domini-
cano le ha robado su con-
dición de ciudadanos/as y
los ha convertido en apá-
tridas, lo que les impide
acceder a los derechos
sociales básicos.
Lo que el gobierno dominicano está realmente
llevando a cabo es el fruto de una política discri-
minatoria que ya se lleva gestando desde hace
años y que podría culminar en una deportación
masiva al finalizar la fecha del Plan Nacional de
Regularización (15 de junio). Una directriz de-
terminante en toda esta práctica de vulneración
de derechos fundamentales es la “La Sentencia
168-13, emitida por el Tribunal Constitucional
(TC) el 23 de septiembre de 2013”.
Este mandato legislativo aglutina a todas las
personas nacidas de madres y padres extranje-
ros bajo una sola categoría, a través de la que se
le niega el derecho a la nacionalidad dominica-
na. Todo ello a pesar de que en su momento la
población contó con el amparo de la Constitu-
ción y leyes vigentes, al dar por válidos los regis-
tros de nacimiento en la oficialía civil.
Bajo
estos
mandatos
maquillados
de
“regularización”, lo que está llevando a cabo el
gobierno dominicano es la desnacionalización
judicial de un conjunto poblacional que supone
una fuerza productiva enorme para el país, y
que desempeñan en su mayoría los trabajos
más precarios, como es el ejemplo de las comu-
nidades rurales de los bateyes. Y bajo esta di-
rectriz han salido a la luz numerosos casos de
discriminación, expulsiones colectivas y priva-
ción arbitraria de nacionalidad. Las familias que-
dan desprovistas de protección legal y social,
careciendo de identidad y dificultando el regis-
Resulta llamativo que dos vecinos insulares co-
mo Haití y la República Dominicana se hayan
desarrollado de una manera tan diferente. Las
respuestas las encontramos en los procesos co-
loniales. Durante mucho tiempo, toda la isla,
La
Española
, estuvo sometida bajo dependencias
del Imperio Español, hasta 1697, fecha en la
cual se constituye el “Saint Domingue” francés,
actual Haití. Este hecho es el origen de la sepa-
ración actual de la isla, compartiéndose en un
mismo territorio la lengua francesa, que abarca
la parte occidental y la lengua española que cu-
bre la restante parte oriental de la isla. Esta par-
tición junto con las diferencias comparativas en
términos de desarrollo y la pugna por el poder a
los dos lados de la isla ha desembocado en una
rivalidad entre ambos pueblos, que desde la óp-
tica en la que analizaré la problemática, se ma-
nifestará a través de acciones de desprecio ha-
cia la población de ascendencia haitiana asenta-
da al este de la isla.
Pero ¿quién sabe lo que está ocurriendo estos
meses con gran parte de esta comunidad asen-
tada en territorio Dominicano? Para entender
esta problemática debemos atender a las diná-
micas internas de carácter judicial que están
acaeciendo y que han caracterizado el rumbo
de esta isla dividida, no solamente en términos
fronterizos.
Desde
ACPP
queremos denunciar el drama que
están viviendo más de 200.00 ciudadanas y ciu-
dadanos dominicanos de ascendencia haitiana,
que llevan décadas viviendo y trabajando en el
país.
Ciudadanos y ciudadanas de ascendencia haitiana en la República Dominicana, donde la nacionalidad
es una quimera.
Concentración de protesta en Santo Domingo // Fotografía: Natalia Cote-Muñoz y Verónica Alma Rosario
Alejandro Lorenzo Farrapeira
//
ACPP Galicia
Cristiana Francisca, presidenta del
Movimiento de Mujeres Dominico-Haitianas
(MUDHA), durante la charla impartida en la
Libraría de Mulleres Lila de Lilith”, en
Santiago de Compostela,
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