La justicia social es posible, pero antes tiene que llegar la paz
El 24 de septiembre de 2015 se ha convertido en una fecha histórica del proceso por la paz en Colombia. El presidente colombiano, Juan Miguel Santos, y el comandante de las FARC, Timoleón Jimenez “Timochenko”, sellaban con un simbólico apretón de manos un nuevo avance en las negociaciones.
El tema más sensible, el que la mayoría de los análisis coincidían en señalar el punto de inflexión a todo el proceso, el de la justicia, quedaba cerrado. Este avance se vio acompañando del anuncio, de que a más tardar, el acuerdo definitivo se cerrará el 23 de marzo de 2016. Dos grandes noticias que despejan el horizonte de la paz en Colombia.
Desde ACPP seguimos el proceso de negociación de La Habana desde su inicio (el 18 de octubre de 2012), celebramos cada uno de los avances y compartimos inquietud en los momentos que el proceso se estancaba. Haciendo un balance global consideramos que Colombia está en el buen camino. De los seis puntos en negociación ya se ha llegado a acuerdos en tres de ellos: política de desarrollo agrario integral, participación política y solución al problema de las drogas ilícitas. El acuerdo alcanzado en lo que respecta a justicia, supone un impulso sustantivo para finalizar con los tres puntos restantes: fin del conflicto, víctimas e implementación verificación y refrendación.
Foto de Cataverri.blogspot
Desde ACPP queremos felicitar a la sociedad civil y al pueblo colombiano por los avances en el proceso. A la partes negociadoras por la firme apuesta por la paz. A Cuba y Noruega por el impulso de las negociaciones y su activo papel en la resolución del conflicto. A Venezuela y Chile como países acompañantes del proceso.
En definitiva, queremos compartir nuestra alegría por los avances en la búsqueda de la paz en Colombia. La poeta nicaragüense Gioconda Belli dijo un día que “la solidaridad es la ternura de los pueblos”. Quienes formamos ACPP lo tenemos claro, creemos que la paz es posible y una vez se alcance seguiremos luchando, con ternura, por la justicia social que el pueblo colombiano merece.
