Gaza: se acerca el invierno
Ciudad de Gaza, 23 de septiembre de 2014, José Carlos Ceballos, representante de ACPP en Oriente Medio.
El invierno se acerca inexorablemente a una Gaza destrozada por la última guerra, cuyos habitantes miran el calendario con la mezcla de preocupación y resignación propia de quien ya ha estado allí, de quien ya sabe lo que supone la carestía de combustible, de electricidad, de abrigo suficiente. Pero esta vez todo el mundo tiene la sensación de que va a ser peor. Esta vez mucha gente no tendrá ni siquiera paredes entre las que cobijarse, en el mar de ruinas en que se ha convertido la Franja de Gaza.
Barrios enteros que han desaparecido del mapa, edificios colapsados de los que al ver los restos nunca dirías que una vez tuvieron más de diez plantas de altura, casas agujereadas y ennegrecidas por los incendios provocados por el fuego de artillería… La operación “Marco Protector” ha dejado tras de sí medio millón de refugiados y decenas de miles de hogares destruidos. Tal es la situación que por primera vez desde 1948 en Gaza se habla de la creación de un noveno campo de refugiados para reubicar a tanta gente que no tiene a donde ir.
Fotografía: ACPP
Muchas personas pasan la noche en escuelas de UNRWA que han sido usadas durante la guerra como refugios, aunque algunas de ellas no se libraron de recibir impactos, y durante el día retornan a lo que fueron sus casas para en algunos casos intentar recuperar algo, empezar a pensar en reconstruir si logran los materiales necesarios o para, simplemente, estar en una improvisada tienda junto a lo que un día fueron sus hogares y que ahora son un montón de escombros.
El invierno está llegando y el paso del tiempo acrecienta la preocupación. Las escuelas deben volver a funcionar como lo que son, y los refugiados en ellas tendrán que abandonarlas para buscarse la vida en otro sitio, en unas condiciones muy difíciles ya que el precio de la vivienda en la Franja se ha disparado, y poca gente tiene la posibilidad de permitirse pagar un alquiler. Un coste inasumible muchos de ellos dado que han perdido sus fuentes de ingresos y no disponen del dinero necesario.
Fotografía: ACPP
La población de Gaza necesita todo. Necesita agua, medicamentos, tratamiento psicológico, comida, productos de higiene, refugio, mantas, herramientas agrícolas, tanques para almacenar agua, rehabilitar las redes de saneamiento, reconstruir barrios enteros… Pero sobre todo lo que necesita de manera urgente es saber que cuentan con un apoyo decidido, que las muestras de solidaridad internacional realmente se concreten en algo tangible, porque tienen la sensación de que, pese a la enorme labor que muchas organizaciones están realizando en la zona, Asamblea de Cooperación Por la Paz y nuestras contrapartes entre ellas, los gobiernos internacionales les han dejado de lado y ven con escepticismo la varias veces retrasada conferencia de donantes de El Cairo. Notan la diferencia con respecto a la guerra de 2009, cuando la ayuda internacional llegó rápido. Esta vez ven pasar el tiempo y sólo nos tienen a los cooperantes y a las organizaciones palestinas para intentar frenar el deterioro de las condiciones de vida de la gente, pero la labor es tan titánica que no podemos hacer frente a ella solos.
Fotografía: ACPP
“Nada se ha ganado con esta guerra, no se han cumplido ninguna de las promesas del alto el fuego” te dice la gente con la que hablas. ¿Qué ocurrirá dentro de unos días, cuando se cumpla el mes de tregua y ambas partes vuelvan a la mesa de negociaciones? ¿Volverá la violencia? La ciudadanía de Gaza vive todos los días con estas preguntas en la cabeza.
El invierno está llegando, y si los gobiernos y la comunidad internacional no hacen lo que tienen que hacer, será el más duro de la historia.
