Desde la escuela rural nos abrimos al mundo global.

Tomar una visión global es un desafío que supone romper estructuras, explorar, ser capaz de tener la mirada de otra persona, no en relación a una misma, sino como una persona diferente. Es el continuo aprendizaje del otro como parte de un conjunto. Y para construir esta ciudadanía global comprometida es imprescindible actuar en lo local.

En el Estado español, esta realidad globalizada convive con el fenómeno de la progresiva despoblación de las zonas rurales que, entre otros impactos negativos, nos está llevando al cierre de muchas escuelas.

La educación en España ha intentado, desde los años 80, adaptarse a las diferentes realidades territoriales, sociales y demográficas de nuestro país. En este contexto y para dar respuesta a una necesidad muy concreta, surgieron los Colegios Rurales Agrupados (CRA). Estos centros educativos tienen un carácter singular, ya que están constituidos por varias escuelas, situadas en varias localidades diferentes, donde se imparten las enseñanzas de Educación Infantil y Educación Primaria en el entorno rural español.

Desde ACPP siempre hemos defendido una educación pública y de calidad desde un enfoque de universalidad y de igualdad de oportunidades. Por eso apoyamos el trabajo realizado en las escuelas rurales que, entre otras cosas, permite que las niñas y los niños reciban una educación de máxima calidad independientemente de su entorno y sin sufrir un desarraigo de su medio

Cerrar un colegio rural suele ser, no solamente una dificultad para muchas niñas y niños y sus familias, sino la sentencia de muerte de todo un pueblo. Por eso, es importante que seamos capaces de darle la vuelta a la moneda y apostar por el enfoque de una nueva ruralidad que defienda que un buen sistema educativo puede ser la fórmula perfecta para luchar directamente contra el éxodo rural.

A través de nuestro programa Escuelas sin Racismo, Escuelas para la Paz y el Desarrollo estamos trabajando en el ámbito rural desde hace años. Este trabajo nos ha hecho conscientes de cómo las peculiaridades de los centros educativos con un número reducido de alumnos y alumnas posibilitan la introducción de nuevas formas de aprendizaje cooperativo y colaborativo en las aulas. Aulas como espacios de desarrollo compartido entre alumnado de diferentes edades, en las que se fomenta la reflexión crítica, la predisposición al aprendizaje y la innovación pedagógica. Esto va unido a la estrecha relación de la comunidad educativa con su realidad local. La escuela rural se convierte así en una herramienta que puede contribuir al desarrollo local del municipio.

Uno de los retos de la comunidad educativa y de ACPP es dotar de una identidad global desde la infancia. Somos conocedoras de las características propias de estas zonas donde, a pesar del fuerte fenómeno de despoblación, los vecinos y vecinas trabajan y defienden el respeto y mantenimiento de sus costumbres y particularidades como un elemento diferenciador en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Desde ACPP creemos que estas características potencian las capacidades del alumnado y favorecen la conciencia crítica y la reflexión sobre su papel en la construcción del mundo en el que viven. Y es que a partir de la toma de conciencia de la existencia de otras realidades, podemos conectar con problemáticas similares y con personas que tienen una misma lucha: un mundo igualitario, tolerante ante las diversidades y responsable en su consumo. ●

ACPP trabaja en la comarca rural de Els Ports, en el País Valencià desde el año 2017. El documental “La escuela rural trabaja por la justicia global”, realizado con el apoyo de la GVA, muestra el trabajo de ACPP en las escuelas de esta comarca y da visibilidad al empeño de las comunidades educativas del mundo rural por fomentar una educación pública y de calidad, comprometida con la justicia global. Puedes verlo aquí: https://www.youtube.com/watch?v=KZwTpfOBCWQ&t=12s

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