Proyectos para la Resiliencia: Guinea Bissau
Pano uni pano mama pano uni pano luta pano terra *
En la ciudad de Bafatá, en Guinea Bissau, Nhana Seidi preside la Asociación de Mujeres de Ponte Nova (AMPN). La suya, la de la Asociación y la de las más de 300 mujeres que la componen, son historias de resiliencia. La mayoría de ellas son de etnia Soninké.
Guinea-Bissau es un país compuesto por un mosaico cultural étnico muy diverso, con más de 30 grupos étnicos en todo el país, y cada grupo tiene su forma particular de manifestar y expresar una cultura dentro del contexto socioeconómico, cultural y ambiental del país. La comunidad Soninké es por, excelencia, de tradición tintorera de tejidos y creadora de los diseños característicos que se realizan gracias a las técnicas de atado de paños que dan como resultado líneas y formas hechas de manera totalmente artesanal. Esas técnicas de tintura y atado se transmiten de madres a hijas lo que hace que, ya desde niñas, las “soninkés” comiencen a aprender todos los pasos de la tintura, organizándose y ayudándose unas a otras en la elaboración de los tejidos formando parte, en términos culturales, de sus rituales de iniciación. El teñido de telas en el barrio de Ponte Nova comenzó a mediados de 1943, y en la década de los años sesenta, 14 años antes de la independencia del país, Ponte Nova se consideraba el centro de teñido de telas más grande de África Occidental, abasteciendo los mercados de Senegal, Gambia o Guinea Conakry hasta los años 90, cuando la débil capacidad del sector privado propició su declive.
En el año 2013, nuestra contraparte DIVUTEC (Asociación Guineense de Estudios y Divulgación de las Tecnologías) comenzaba la ejecución de un proyecto financiado por la UE que le permitió crear las condiciones de infraestructura básica para relanzar la actividad tradicional de teñido de telas Soninkés en el barrio de Ponte Nova, liderado por la Asociación de Mujeres de Ponte Nova (AMPN), con el que, además, se fortalecía el aspecto organizativo de la Asociación para su pleno funcionamiento democrático.
A pesar de esta convivencia bajo principios de democracia y diversidad étnica y cultural, una parte importante de mujeres de la AMPNno terminaban de adaptarse bien a esta actividad de teñido de telas debido a sus inquietudes e intereses en otras actividades también productivas. Por ello, en 2019, con el apoyo del Ayuntamiento de Málaga, desde ACPP y DIVUTEC diseñamos con la AMPN un programa basado en la horticultura comunitaria. Se acondicionó y equipó una gran extensión de terreno para sustentar la producción hortícola organizada, fortaleciendo la capacidad organizacional e institucional de la AMPN, y garantizando el suministro de materiales y semillas. Se instaló un sistema de riego por bomba solar con captación directa de agua del caudal del vecino río Chaianga para regar los perímetros, cuencas de retención de agua y se capacitó a las mujeres en diferentes áreas, favoreciendo su resiliencia para trabajar, además de todo, en el contexto de la COVID-19 y en la adaptación de su actividad frente al cambio climático.
Así que sí, la de la AMPN es una historia de resiliencia, de crecimiento, inclusión y transformación. Una asociación guineense con 15 años de historia, que habiendo pasado por distintas etapas hasta su madurez se reafirma como pocas dentro de las organizaciones de la sociedad civil, particularmente feministas, que hay en la región de Bafatá. Hoy la AMPN es imprescindible en el contexto socio-económico, político y cultural de la Región, representando la voz inclusiva de las mujeres de Bafatá. Durante estos 15 años su impacto ha sido directo en la mejora de las condiciones de vida de cientos de familias. Desde ACPP y DIVUTEC las acompañamos en este proceso en que una AMPN organizada hace frente a los desafíos endógenos y contemporáneos de las mujeres a las que representa, luchando por el conjunto de sus intereses. Y ellas así lo entonan también “… para unirnos, para luchar, por nuestra tierra, por nuestra Asociación”. ●
*Para unirnos, para crear vínculo, para unirnos, para luchar por nuestra tierra