Túnez 10 años después: Derechos Humanos

Túnez 10 años después: Derechos Humanos

Oumayma Jabnouni, Miembro del Comité Director de LTDH

Los indicadores de medición de la situación de los derechos humanos no dejan de evolucionar teniendo en cuenta el contexto social, económico y político. A simple vista, se estima que esta situación en Túnez ha avanzado diez años después de la revolución de la dignidad habiéndose reconquistado un gran margen de actividad política y asociativa.

Desde 2011 se ha producido un auge asociativo que ha llegado a cerca de 22.000 asociaciones en 2020, y se han celebrado elecciones presidenciales, legislativas y municipales que han obtenido un amplio reconocimiento internacional. Una revolución sin parangón que da lugar a nuevos paradigmas de prácticas políticas, pero también socio-populares a la vez innovadoras y espontáneas. Una revolución manifiestamente pacifista consciente y natural, basada esencialmente en una sociedad civil democrática y progresista en la que el movimiento de los Derechos Humanos a través de sus componentes feministas es permanente; la juventud, los sindicatos y los movimientos sociales han estado y están a la orden del día en la defensa de los derechos fundamentales y de las libertades públicas e individuales.

La revolución tunecina ha sido pionera en el surgimiento de toda una nueva generación que reivindica la justicia social, el acceso equitativo a los recursos, la igualdad de género, la constitución de un Estado de Derecho y el respeto de sus instituciones a los Derechos Humanos universales e indivisibles. Sin embargo, el balance de una década postrevolución requiere cierta prudencia.

En efecto, ante una crisis sanitaria que ha invadido el mundo entero, la crisis socioeconómica, política e institucional aumenta cada día en Túnez. Estas crisis atacan e impactan directamente de forma negativa en la esfera de las libertades públicas e individuales.

Entre enero y febrero de 2021, la Liga Tunecina de Defensa de los Derechos Humanos (LTDH) registró más de 2.000 detenciones, que calificó de masivas y abusivas, que tuvieron lugar al término de una ola de manifestaciones populares contra decisiones del gobierno. Cabe señalar que, desde enero de 2011, Túnez vive en estado de excepción con disposiciones liberticidas. A esto se añaden las restricciones de orden sanitario que conlleva consigo una relajación del control hacia las fuerzas del orden quienes gozan indirectamente de cierta libertad e impunidad.

Por otra parte, la crisis producida por la COVID19 ha visualizado una ola exponencial de violencia de todo tipo contra las mujeres, poniendo de manifiesto que las estructuras del Estado de Derecho que queremos todavía no están asentadas y nos queda camino por recorrer,

El balance de esta década necesita de una balanza que se identifique con el equilibrio que  busca una nueva generación de activistas,  anunciando nuevas reglas del juego que se fundan en el corazón de la Revolución, del arte, de la perseverancia, pero también de la de la militancia, de compromiso y de activismo en favor del goce integral de los derechos humanos. ●

**Oumayma JABNOUNI, Miembro del Comité Director y Responsable de la Comisión de prevención de violencias de la LTDH (Liga Tunecina de Defensa de los Derechos Humanos). La LTDH, contraparte de ACPP, recibió en 2015 el Premio Nobel de la Paz por haber promovido la democracia junto con otros tres representantes de la sociedad civil tunecina, una de ellas la también contraparte de ACPP, la UGTT.

Puedes leer una entrevista a Oumayma Jabnouni :  https://www.ara.cat/internacional/oumama-jabouni-lliga-tunisiana-drets-humans-deu-anys-primavera-arab_1_1003879.html

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