Respuesta a la COVID-19 en el marco de la gestión de riesgos derivados del cambio climático en República Dominicana
Respuesta a la COVID-19 en el marco de la gestión de riesgos derivados del cambio climático en República Dominicana. Adaptación en tiempos de incertidumbre.
La
pandemia de la COVID-19 irrumpió en todo el mundo de manera imprevista siendo
un riesgo sin antecedentes y desconocido que provocó incertidumbre en todos los
países sobre cómo afrontarlo y proteger a la población. De igual manera, afectó
de manera notable a nuestros proyectos en ejecución.
En
República Dominicana, aunque su desarrollo fue más lento al inicio, las cifras
de casos positivos y de fallecidos ha ido en aumento desde mediados de marzo
hasta hoy. Además, esta pandemia ha hecho incrementar las brechas de desigualdad
y vulnerabilidad que ya existían en el país.
El
proyecto “Mejorar la capacidad de respuesta y aumentar la resiliencia de
poblaciones costeras vulnerables ante riesgos derivados del Cambio Climático”, que
se desarrolla en el municipio de Santa Barbará de Samaná con el apoyo de la
Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), se comenzó
a ejecutar en marzo de 2019 con el objetivo de contribuir al cumplimiento del
marco legal en Gestión de Riesgos con enfoque de recuperación de ecosistemas,
de manera que se fomente la resiliencia, contribuyendo a la Prevención, Mitigación
y Respuesta (PMR) del municipio de Santa Barbará y del distrito municipal de
Arroyo Barril, en la provincia de Samaná. Este proyecto, que ejecutamos en
conjunto con nuestras contrapartes locales, el Instituto de Acción Comunitaria
(IDAC), la Cruz Roja Dominicana y el Centro para la Conservación y
Ecodesarrollo de la Bahía de Samaná y su Entorno Inc. (CEBSE), se ha visto afectado
en el desarrollo de sus actividades por la declaración de estado de emergencia
y otras medidas de distanciamiento social adoptadas por el gobierno dominicano pero,
sobre todo, nuestras poblaciones beneficiarias se vieron fuertemente golpeadas
por la pandemia y, por tanto, ha sido necesario tomar medidas para hacer frente
a las nuevas necesidades.
Así, tras realizar un
levantamiento de información exhaustivo en las comunidades de intervención e
identificar estas nuevas necesidades, se decidió realizar modificaciones en la
planificación del proyecto para poder hacer frente a las mismas. Teniendo en
cuenta que se trata de un proyecto de fortalecimiento de la resiliencia frente
a los riesgos derivados del cambio climático, y que la pandemia de la COVID-19
supone un nuevo y grave riesgo para la salud y el bienestar socioeconómico de
las poblaciones con las que trabajamos, se han incluido nuevas acciones para
ayudar a la prevención y mitigación de una forma adecuada, aprovechando los
mecanismos de PMR que están siendo creados en esta intervención.
Asimismo, el hecho de
contar con la Cruz Roja Dominicana como parte del proyecto, nos facilitó esta
adaptación y su rápida implementación por su experiencia en situaciones de
emergencias humanitarias y por contar con un equipo preparado y capacitado para
ello, además de un Plan de Acción frente a la COVID-19 en el que se enmarcaron
las nuevas iniciativas.
Estas intervenciones
han consistido en la instalación de lavamanos en espacios públicos con gran
afluencia de población como es la Junta Distrital de Arroyo Barril, la Unidad
de Atención Primaria de Salud de Arroyo Barril y el mercado público de Santa
Barbara de Samaná. Además, se distribuyeron 133 kits de higiene y protección
familiar a la población más vulnerable, como personas de más de 60 años,
personas con patologías de base que incrementan la complicación de la COVID-19,
personas con limitación adicional y permanente de movimientos, etc., y 155 kits
de dignidad, destinados a mujeres, para poder suplir sus necesidades básicas de
higiene. Todo esto acompañado por material informativo de prevención de
contagios.
También se incluyeron
capacitaciones en primeros auxilios psicológicos y autocuidados a las redes
comunitarias para que tengan mejores herramientas para hacer frente a los
riesgos que la pandemia supone a la salud emocional de las comunidades.
Por último, tanto los
comités PMR de Santa Barbará de Samaná como de Arroyo Barril y las redes
comunitarias de Los Corozos y Zapatica recibirán capacitación en epidemiología
básica y prevención, y los planes municipales de emergencia, así como los
planes de trabajo de las Unidades Municipales de Gestión de Riesgo, incluirán
la gestión y manejo de crisis sanitarias como la provocada por la COVID-19.
Esta
lucha aún no termina y queda un largo camino por recorrer, pero el objetivo es
que las poblaciones y las instituciones municipales cuenten con las capacidades
y herramientas para hacer frente a los nuevos riesgos que se suman a los que ya
existían en el país y con los que tendremos que convivir no sabemos por cuánto tiempo.
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