De la exclusión a la autonomía socio-económica de las mujeres de la región de Mahdia, Túnez

En el año 2016, las mujeres y hombres que trabajaban en la fábrica SOBREF, situada en la ciudad de Mahdia (Túnez) vieron como, después de haber dedicado la mayor parte de su vida a trabajar en la misma, se quedaron en la calle. Como respuesta, una indemnización irrisoria. Sin embargo, un proceso de organización acompañado por la Unión General de Trabajadores de Túnez (UGTT) en Mahdia para defender sus derechos sociales y laborales, llevó a acompañar y empoderar a algunas de las trabajadoras para que unieran sus indemnizaciones y compraran acciones de la fábrica en quiebra en subasta. De esta forma, pasarían a ser propietarias de una parte del capital, suficiente como para que con el apoyo de la UGTT, esta pudiera ser recuperada y puesta en marcha por las trabajadoras, haciendo justicia y devolviendo así todo el trabajo de más de 10 años a aquellas que realmente consiguieron levantarlo: las obreras.

La relación de la clase trabajadora con las fábricas y las condiciones laborales que en ellas se han dado históricamente, son sin duda la base férrea sobre la que se asienta la lucha obrera. Es en este contexto en el que germina el proyecto iniciado el pasado 15 de julio, desarrollado entre Asamblea de Cooperación por la Paz, la UGTT y las trabajadoras de la fábrica y con la financiación de la Dirección General de Cooperación y Soildaridad de la Generalitat Valenciana.

Un proyecto que pretende recuperar el local y los equipos de la antigua fábrica para para crear una cooperativa textil con una visión ética y solidaria y gestionada por un grupo de mujeres fortalecido. Una cooperativa de economía social y solidaria gestionada por ellas, mejorando las condiciones de su trabajo, promoviendo espacios de corresponsabilidad y conciliación como una guardería comunitaria y una unidad de reciclaje orgánico y residual a nivel comunitario.

Para ello se llevaran a cabo diferentes ciclos de formación, que ayuden a generar las capacidades en gestión, cooperativismo, y en reivindicación de los derechos. Todo ello trata de promover la creación de espacios de corresponsabilidad y conciliación, como la creación de una guardería comunitaria y de una unidad de reciclaje orgánico y residual a nivel comunitario. Esto último va directamente al enfoque ambiental, una de las grandes asignaturas pendientes de Túnez. Así las cosas, esta planta de reciclaje, asegura el buen tratamiento de los residuos de la fábrica, pero además se pone a disposición del vecindario, para asegurar un ambiente más sano y sostenible a las personas que han sido damnificadas todos los años de operación de la fábrica.

Además, no sólo se pretende trabajar a nivel local, sino que este proyecto se enmarca como uno más dentro de la estrategia de las diferentes socias locales que promueven la aprobación de la Ley de Economía, Social y Solidaria, presentada el año anterior ante la Asamblea y en proceso de ser aprobada. Para todo ello se lleva a cabo una importante campaña de sensibilización y formación, a personal de diferentes instituciones que tienen un rol importante en que esta se implemente, como es el caso de la misma socia local. Esta daría lugar a la concepción de un nuevo paradigma económico en Túnez, más solidario y más justo.

Por último, no obviando la gran tradición textil de la Comunidad Valenciana, y siendo este proyecto financiado por la Generalitat, se generan espacios de debate a partir de intercambios internacionales entre Túnez y la Comunitat, donde se tratará el tema sobre la explotación que se esconde tras la externalización de empresas del sector (contando con numerosos ejemplos en el caso textil). De estos intercambios se espera concluir con un documento que sirva de base para ayudar a coordinar estrategias, políticas y leyes de las trabajadoras del sector textil en ambos lados del mediterráneo.

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