Solidaridad entre pueblos, una carta de Khawla Qaraqe

El pasado 31 de Octubre, en colaboración con la  Oficina de Cooperación e Voluntariado de la Universidad de A Coruña (UDC), ACPP organizó las Jornadas “Aproximación ao conflito e procesos de construción de paz en Palestina e no Sahel”. Contamos con distintas voces gallegas, estatales, palestinas y nigerinas con el objetivo de profundizar en las causas estructurales de estos conflictos, denunciar violaciones del Derecho Internacional y visibilizar el trabajo de construcción de paz que se realiza desde el Sur Global, promoviendo así la solidaridad entre pueblos y el reconocimiento mutuo. En particular, pudimos contar con la participación de Khawla Qarake, directora de PSCCW, una de nuestras socias locales en Palestina, especializada, entre otros temas, en el trabajo psicosocial con la infancia y la lucha por la igualdad de género. A raíz de su intervención, los lazos de solidaridad generados entre ponentes y participantes y el interés que suscitó, compartimos esta carta que Khawla nos envía desde Palestina para el profesorado y estudiantado asistente:

Queridos amigos de la universidad de A Coruña.

Os enviamos nuestro amor y más profunda gratitud por vuestra solidaridad con el pueblo palestino, que enfrenta atrocidades inimaginables: actos de genocidio y limpieza étnica a manos de los criminales más despiadados de esta época. Vuestra solidaridad es testimonio de vuestra humanidad, principios y valores: los del rechazo y resistencia activa ante la injusticia.

Confiamos en vosotros, en los jóvenes, como los responsables de moldear un futuro mejor. Tenéis el poder de construir sociedades basadas en la igualdad, donde nadie sea juzgado por el color de su piel o su lugar de origen. Todos somos humanos, conectados por las mismas raíces, y cada uno de nosotros tiene derecho a la vida y la dignidad. Vuestra voz es la esperanza para la construcción de un mundo que respete las leyes internacionales y humanitarias de manera equitativa, sin prejuicios ni dobles estándares. Con este mensaje, quiero recordaros a los jóvenes en Gaza: miles de ellos que son iguales a vosotros. También están llenos de inteligencia, rebosantes de potencial y deseosos de vivir. Resisten la muerte todos los días. Como vosotros, son estudiantes, matriculados en universidades, con sueños y ambiciones para el futuro: sueños que nunca deberían ser apagados.

Os escribo hoy mientras el norte de Gaza soporta una de las formas más brutales de genocidio. Ha sido completamente arrasado. Cuerpos de niños y mujeres yacen en las calles, abandonados para ser devorados por perros callejeros. Quienes aún siguen vivos mueren de hambre y sed, mientras cientos permanecen atrapados bajo los escombros. Aquellos que lograron huir hacia el sur enfrentan ahora un invierno implacable, durmiendo a la intemperie sin refugio, expuestos a enfermedades, el frío y la inanición. Hasta ahora, más de 45,000 personas en Gaza han sido asesinadas, la inmensa mayoría mujeres y niños. Más de 150,000 han resultado heridas y miles son víctimas de desaparición forzada en prisiones israelíes, donde soportan torturas hasta la muerte y el crimen atroz de violencia sexual contra mujeres y niñas.

El 85% de las instalaciones de salud en Gaza han sido destruidas, quedando inoperativas. Los heridos son tratados en condiciones primitivas, con extremidades amputadas sin anestesia. Las mujeres dan a luz sin siquiera la atención médica más básica. Las escuelas y universidades han sido destruidas, dejando a los jóvenes de Gaza sin acceso a la educación. Los monumentos históricos de Gaza, algunos de 5,000 años de antigüedad, han sido arrasados.

En Palestina, tradicionalmente esperamos  la llegada del invierno, a pesar de la escasez de agua, uno de tantos bienes básicos controlados por la ocupación. Sin embargo, este año lo tememos. Las lluvias han arrasado las tiendas y toldos de los desplazados, y los niños se congelan en el frío, sufriendo por la falta de refugios.

Pudimos sentir un atisbo de esperanza cuando la Corte Internacional de Justicia emitió su fallo declarando criminales de guerra a Netanyahu y Gallant. Sin embargo, esta decisión debería haberse extendido a muchos otros. Creemos necesario que estas personas rindan cuentas de sus acciones, para que los oprimidos sientan que aún queda justicia en este mundo. La agresión contra el pueblo palestino en Gaza ha expuesto el verdadero rostro de este mundo, uno gobernado por los intereses de los ricos y las corporaciones, que buscan lucrarse con la venta de armas de muerte y destrucción, sin importar la vida de personas inocentes. La mayoría de las armas utilizadas contra el pueblo indefenso de Gaza están prohibidas internacionalmente, sin embargo, los gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido y Alemania continúan afirmando que Israel tiene derecho a defenderse.

Hoy se ha declarado el fin de la guerra en el Líbano porque Francia y Estados Unidos así lo desean, mientras Gaza lleva 14 meses sufriendo una destrucción implacable. Exigimos el fin de esta agresión injusta. Unámonos todos y formemos una fuerza lo suficientemente fuerte como para imponer un alto al fuego inmediato, levantar urgentemente el asedio a Gaza, permitir que la ayuda humanitaria llegue a quienes la necesitan y comenzar el proceso de reconstrucción.

Con todo nuestro amor, de parte de vuestros hermanos y hermanas en Palestina,
trabajemos juntos para construir un mundo que defienda la justicia, el derecho a la vida, la seguridad y la paz para todos, sin discriminación. ●

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