Construyendo un Futuro Sostenibleen Senegal: Mujeres y Hombres en el Proceso de Retorno
En la región de Casamance, Senegal, el retorno de la población desplazada por el conflicto armado es un proceso arduo pero lleno de esperanza. Durante décadas ha generado desplazamientos masivos, interrumpiendo la vida de miles de familias y dejando cicatrices en la comunidad. Sin embargo, en medio de este desafío, el enfoque de género y los derechos humanos han sido pilares fundamentales para asegurar un retorno digno y sostenible, centrándose en la construcción de viviendas y acceso al agua y saneamiento, así como en el trabajo de cohesión social y prevención de conflictos, con especial atención a los derivados de la gestión de recursos naturales.
El retorno de la población desplazada a sus comunidades de origen es un paso crucial para la reconstrucción y la reconciliación en Casamance. Sin embargo, este proceso no está exento de desafíos, especialmente en lo que respecta a la igualdad de género y los derechos de las mujeres y las niñas. Las mujeres desempeñan un papel fundamental en la reconstrucción de sus comunidades pero con frecuencia enfrentan obstáculos adicionales, como la falta de acceso a la tierra y a los recursos, así como las situaciones de vulnerabilidad derivadas de la violencia de género. ACPP junto con su socia Comité Regional de Solidaridad de Mujeres Por la Paz en Casamance – USOFORAL, trabaja desde el año 2010 en estas comunidades para abordar las desigualdades de género y garantizar la participación equitativa de las mujeres en todas las etapas del proceso de retorno.
En este contexto, la construcción de viviendas y estructuras de agua y saneamiento juega un papel crucial en la reintegración de la población desplazada. Las viviendas no solo son espacios físicos, sino también simbólicos, que representan la seguridad, la estabilidad y la pertenencia a una comunidad. Es fundamental que este proceso sea inclusivo y sensible al género, teniendo en cuenta las necesidades específicas de mujeres, hombres, niñas y niños. Además, el acceso a servicios básicos como el agua y el saneamiento es esencial para garantizar la salud y el bienestar de la comunidad en su conjunto, con especial atención a las necesidades de las mujeres y las niñas. Hasta la fecha, este programa de retorno ha apoyado a más de 340 familias, y ha facilitado el acceso a instalaciones de agua y saneamiento a unas 20.000 personas en las comunas de Boutoupa Camaracounda, Adéane y Nyassia, en la frontera con Guinea Bissau.
Además de la construcción física, el trabajo de cohesión social y reconciliación desempeña un papel fundamental en el proceso de retorno. La promoción de la igualdad de género y el respeto de los derechos humanos son fundamentales para construir una sociedad pacífica y justa. La participación activa de las mujeres en la toma de decisiones y en la resolución de conflictos es esencial para garantizar un retorno sostenible y duradero.
En resumen, el proceso de retorno de la población desplazada en Casamance requiere un enfoque integral que tenga en cuenta las necesidades y los derechos de todas las personas afectadas. La igualdad de género y los derechos humanos deben estar en el centro de todas las acciones, desde la construcción de viviendas hasta el restablecimiento del tejido social. Solo así podremos construir un futuro sostenible y pacífico para todas y todos en Casamance.
En cada ladrillo colocado, en cada gota de agua que fluye y en cada gesto de reconciliación, se teje el tapiz de un retorno no solo a hogares reconstruidos, sino también a comunidades fortalecidas y a una sociedad más unida. Y es en esto en lo que en ACPP centramos nuestro trabajo. ●