Proyectos para la Resiliencia. República Dominicana
Respuesta a la Covid-19 desde los bateyes
La Covid-19 ha provocado una pandemia mundial con efectos múltiples. A la crisis sanitaria, se han unido las derivadas de las necesarias medidas de prevención. A estas alturas de la pandemia podemos concluir que ha disparado vulnerabilidades previas que se han cebado especialmente con los países y comunidades más vulnerables.
En la República Dominicana la pandemia de la Covid-19 ha generado diversos impactos, de los que citaremos algunos: caída del PIB de 6,8 puntos, una inflación en 2021 del 8,5% o la caída de un 64,7% en el turismo (el principal rubro económico del país). Este panorama económico ha tenido importantes efectos en las capas sociales más vulnerables: cuatro de cada diez hogares han reducido las porciones diarias de comida, se ha aumentado en dos puntos el número de familias en pobreza extrema o la imposibilidad por parte del alumnado de centros educativos de continuar sus estudios al carecer de medios para el trabajo a distancia. Una realidad que se ceba especialmente con los sectores más vulnerabilizados, como las mujeres y niñas o la población con ascendencia haitiana.
ACPP y su socio local, el Instituto de Acción Comunitaria (IDAC), llevamos años trabajando en los bateyes del municipio de San Pedro Macorís. Los bateyes son comunidades dentro de las plantaciones de caña de azúcar donde residen los y las trabajadoras con sus familias, con la crisis azucarera de los años ochenta la fuente de trabajo ha cambiado pero los asentamientos se han mantenido, y se han convertido en un espejo de la desigualdad dominicana, con alta vulneración de DDHH básicos.
Desde nuestro trabajo, ACPP y el IDAC hemos podido observar el alto impacto que ha supuesto la pandemia por lo que se ha diseñado un programa de atención en dos tiempos: en primer lugar, uno reactivo en el que se ha garantizado el suministro de medios de vida suficientes para afrontar la emergencia alimentaria y los medios de protección, y un tiempo posterior, en el que se enfoquen las intervenciones sobre las lecciones aprendidas de los impactos provocados en el marco de la pandemia.
Ahora profundizaremos en qué estamos haciendo en ese segundo tiempo de respuesta. ACPP y el IDAC han trabajado con los bateyes de La Balsa, Cubana y Olivares desde hace varios años. Unas intervenciones que han permitido que la población disponga de agua potable, cuenta con promotoras comunitarias de salud y de DDHH, con infraestructura comunitaria y se esté impulsando un ambicioso programa de habitabilidad para acabar con los barracones y sus insalubres condiciones de vida. En este contexto la pandemia nos ha permitido testar los impactos a varios niveles: la conformación urbanística ha primado el hacinamiento residencial frente a la construcción de espacios de convivencia; la supresión de las aulas ha supuesto problemas en las familias (especialmente las mujeres en su rol de cuidadoras) para acompañar trabajos escolares de las niñas y niños; el confinamiento ha exacerbado la carga que supone el trabajo doméstico para las mujeres; además, la crisis ha evidenciado problemas de salud mental en gran parte de la población.
Ante esta situación nos hemos planteado una acción integral que fomente la resiliencia bateyana de forma que se va a priorizar la construcción de espacios comunitarios, al aire libre, que sean intergeneracionales y que funcionen como puntos de encuentro social. La salud mental será un punto de atención prioritario con la creación de grupos de auto ayuda, con la formación a la Red de Promoción de la Salud sobre atención y detección de personas para atención psicológica y con la construcción de una ruta de atención institucional que implique a actores clave. Se van a fortalecer los mecanismos comunitarios para la atención a la violencia de género y, por último, las familias con hijos e hijas en edad escolar podrán recibir apoyo para el acompañamiento en las tareas, además de acceder a puntos de conexión a internet.
La Xunta de Galicia nos ha financiado el inicio de este programa con el que esperamos acompañar a la población bateyana en la mitigación de los impactos que le ha causado la Covid-19. ●
Imagen: Viviendas construidas por ACPP e IDAC en uno de los bateyes donde trabajamos.